23 de noviembre de 2014

Me apetece escribir, realmente me apetece escribirle a él, pero me ha dejado claro de una manera algo extraña, como suele suceder, que no quiere saber nada de mi. Ni verme en pintura.
Y después de esto me viene gente diciendo que no es la más indicada para según qué cosas, yo no puedo aguantarme la risa. Si ellos no son los más indicados, ¿yo dónde quedo? ¿En el hueco de los imposibles? No, no os acerquéis a mí, tengo una fuerza invisible especial que hará que detésteis a cualquier persona del sexo femenino, u os haga dar cuenta que vuestra expareja era mejor de lo que pensabais.

Sí, esa parece ser mi historia, me resulta cómica.

3 de noviembre de 2014

Mentiras y otras... ¿verdades?

"Empecemos a contar mentiras. Empiezo yo. Te diré que te odio, que acepto tus invitaciones por pena y que cuando me presentas como una amiga no me duele nada, me da lo mismo y no le doy más vueltas.
Dime que no me quieres tú tampoco, que no me regalas las sonrisas porque no sabes que me encanta verte reír. Seguro que no tengo razón alguna en lo que digo. ¿Porqué la iba a tener? Simplemente somos amigos, o eso hacemos ver y creer al resto del mundo y a nosotros mismos.

Siempre se empieza igual, "no te quiero, sólo eres mi amiga". Pero todo acaba al revés, con mentiras para ambos porque somos miedosos y huimos, de todo aquello que nos promete felicidad simplemente por estar al lado de la otra persona.
Ahora es cuando yo sigo con mi mentira propia y me repito que no te echo de menos, que no extraño tus insultos, que para nada anhelo tus idas de pinzas y que jamás desee despertar al lado tuyo, cualquier día de la semana, con una camiseta tuya puesta.

Claro que no recuerdo las conversaciones que teníamos a las tantas de la madrugada al volver a casa en verano. He olvidado todo de ti, hasta tu aroma."

Todos los días quiero escribir lo mismo, negar todo, negármelo a mi misma por si hace efecto, Pero luego pienso en la idiotez que intento hacer, porque es imposible olvidarse de algo que jamás se ha tenido. Es un sin sentido borrar a alguien que apenas ha estado en tu vida. Es algo inusual tener que quitarse un aroma que solo oliste una noche entre decenas.

Sigo con mis idioteces, tonterías y demás sin sentidos que escriben mi vida. Aquí, en algún lugar del mundo, en un nuevo punto de esta ciudad.


No preocuparse, empiezo a hacerme a eso de no ver las estrellas, de no sentir los grillos, Empiezo a dejar de sentir vacío. Sólo siento añoranza de vez en cuando, sobre todo si me enseñan algo que me haga recordar, pero es pasajero.

Aprendo a vivir con sentimientos que eran nuevos.

27 de agosto de 2014

Mañanas diferentes.

He soñado toda la noche con él, no sé si eso querrá decirme algo, pero me he levantado algo cambiada.
¿Cómo un día puede cambiar sólo por pedir hacer algo en un futuro?

Soñé que quedaba con él, que esta vez sí que conseguíamos vernos, después de tantas veces una ya pierde toda esperanza de que cada vez que vaya a decir "vamos a vernos" acabe con un "lo siento, no puedo" o parecidos, que en realidad no se sabe muy bien si no puede o si no quiere quedar.

Pero bueno, sigamos. Nos veíamos, medio en broma medio en serio yo le decía de que quería hacer senderismo, salir por mitad del campo a pasear. El se sorprendía, pero toda persona que nació en pueblo echa de menos eso cuando se va a vivir a una gran urbe. Y eso me pasa a mi mucho estando allí en el levante.
Él se tomaba en serio mi comentario, "¿porqué dejar para luego lo que se puede hacer ahora?". Y mi sorpresa cuando me empieza a hablar. Mis consiguientes comentarios de que tengo que volver de donde he venido, las reiteraciones a que no estaba preparada para quedarme a dormir y una frase, no sé si lograré olvidarla en algún momento, "por dormir, te recuerdo que me debes una noche, y como ya te dije, creo que te quedaría mejor una camisa mía".

Y cómo no, he pasado una noche estupenda, siento que he dormido 8h de un tirón y si acaso he dormido 6 y a ratos. Lo peor de todo, (o mejor, según como se vea) es que me he sentido la mujer más plena al darme cuenta que era él quien me ponía una camiseta suya para ir a dormir.


Y claro, ahora yo, levantada, consciente de cómo están y cómo son las cosas, me he dado cuenta que era una fantasía, la fantasía de los cuentos que leía de pequeña. Y me da miedo, mucho. Sabiendo que eso es prácticamente imposible. Que nunca será tan sencillo, porque ni si quiera quedar para un concierto es sencillo con él.

18 de agosto de 2014

Veamos.

Hablemos de sonreír, de crear imágenes para una vida. De ser positivos, de todo eso que me dijiste que hiciera. Hablemos de lo que dijiste que necesitaba y tenía para conquistar a cualquier hombre.
Hablemos de ti, de tus guiones preparados, de nuestros encuentros perfectamente planeados (por ti). Hablemos. Pero no de mi, no de mis lágrimas, no de mi pasado, que ya se que es algo difícil de ignorar. Me dijiste que no me dejara amilanar, me dijiste "se fuerte", cómo si ya no lo hubiera sido. Hablaste de mis defectos, pero no de ninguna de mis virtudes. Me aconsejaste que no corriera, que guardara a los tiempos. Pero claro, nunca me dijiste una virtud, no me dijiste "sonríe, porque tienes una sonrisa preciosa", ni me enseñaste que los golpes, aunque se vaya el moratón, siguen doliendo.
Te fuiste sin enseñarme miles de cosas, sin mostrarme una realidad muy distinta a la que yo estaba viendo.

Y claro, así estoy, aquí, perdida en no sé qué lugar del mundo, a punto de echarme a llorar, pero sin llegar a soltar lágrima. Desorientada, sin saber qué hacer o cómo actuar ante situaciones que me superan.

Aquí estoy, cual árbol, viendo pasar todo por delante de mi, pero sin poder moverme, paralizada porque lo que siento, desborda niveles no conocidos de emociones.

Me dijiste llámame si necesitas algo, pero te fuiste y no me diste nada para contactarte y pedirte consejo.

30 de julio de 2014

De vuelta a la realidad.

Tren camino a Socuéllamos.
Hacer un viaje express, ida y vuelta en 24 horas. Ver pisos, calor y risas, pizza, cocacola y carreras para coger el tren.
Normalmente después de que te mientan no vas y confías en el primero que se te cruza en el camino, pero como soy yo y no tengo suficiente, lo hago. Y luego vendrán todos los "te lo dije" o "ya te avisé". ¿Pero qué sería la vida sin esos momentos?
Han pasado muchas cosas y pasarán más aún, pero no sé, hoy me siento distinta, de otra manera. Siento que al despedirme de él me han quitado un trozo de algo muy importante pero aún así me he sentido feliz.
Ha sido algo como lo que dijo Andrés, al despedirme he sentido que quería esa mano siempre cerca para cogerme. He sentido que quería despertar todos los días junto a él. No sé, llamarme rara quizá.

Continuo el viaje sin llegar todavía a Albacete. Cada vez más lejos y sintiendo ese vacío en el estómago, ese mismo, que en verdad, llevo años sin sentir. Los nervios de conocer a alguien, de estar con esa persona y de algo, no se explicar muy bien. Pero algo bonito que te mantiene la sonrisa en la boca todo el día.
Él quizá no lo sienta igual, o sí, o bueno, solo queda esperar. Y si pasara algo, pues no debo preocuparme, al menos de momento, creo.
Cada minuto que pasa y kilómetro que recorre este tren, me aleja de él, me devuelve a la realidad, pero también me recuerda que volveré. Que tengo que volver. Me hace darme cuenta por primera vez en meses que volver merece la pena y que es algo pendiente.
Volveré y disfrutaré de su compañía lo máximo posible.

Por cada minuto, un kilómetro. Menos días para volver.

7 de julio de 2014

Julio.

Andrés me explicó que para él (igual que para mí) el amor es a primera vista, que si te dicen "dejame un tiempo para enamorarme" estás jodido. Que sé que es algo difícil de creer, pero es verdad, ¿cómo explicar si no el sentimiento hacia una persona que apenas conoces pero que quieres tener siempre contigo?
Yo no he llegado a darte vida y media, ni creo que haga falta, si no hay manera de que ahora te des cuenta de que te la daría... cómo lo voy a conseguir con el tiempo.
Creo que es hora de que me marche, de que me aleje un poco del ojo del huracán, que parece tranquilo, pero sé que luego viene otra vez la tormenta y el viento. Pensar en volver a los 11 años, hace 10 años de eso, creo que no hay marcha atrás.

Sólo espero que si algo tiene que pasar, pase.

27 de junio de 2014

Hasta pronto Junio...

Aquí estoy una noche más, otro día, más cerca del sábado, promete ser especial.
Aunque siento que la estoy liando, que vuelvo a meter la pata. Que el miedo vuelve a recorrerme por dentro, para jugar conmigo. O quizá son los nervios. Me siento asustada, cuál niña un día de tormenta y rayos. 
Me cobijo bajo las sábanas, aunque me muera de calor y me entran otra vez esas ganas de llorar.

Estamos en junio, mi mes, supuestamente, mi cumpleaños, el de ese señorito que a veces me saca de mis casillas, el de una pelirroja gallega... Junio es el mes de mil cosas, de que mi cabeza se sature y decida no acordarse ni de la hora que es. Y este año, junio me ha prometido muchas cosas y tengo miedo de que no se cumplan.

Vuelvo a ser otra vez pequeña. Esa niña que corría por el parque para llegar a tiempo a casa y que no le regañaran por llegar tarde. Vuelvo a ser la misma que se ilusionaba con una tontería, pero que le daba miedo no ser lo que la gente esperaba. Vuelvo a ser pequeña, con su presencia y sobre todo con su ausencia. 
Vuelvo a ser la misma niña de hace 11 años, a la que aún le ilusionaba que llegara ese chico a darle su primer beso.

14 de junio de 2014

Mayo.


Mayo comenzó sin poder ser mejor. Me trajo visitas de quien ya tenía ganas de ver, aunque solo pasara un año desde la última vez que nos vimos, pero es que si por mi fuera pues no me separaba nunca de personas como ella.

Le siguió otra semana, con planes totalmente distintos, que sin comerlo ni beberlo me permitió conocer y compartir una cena con gente estupenda, que me recordó tiempos no muy lejanos. Personas entre las cuales alguna me dio un soplo en un momento que lo necesitaba, no sé qué ocurrió, pero me hizo darme cuenta a partir de ese momento de que necesitaba volver a ser lo que era. Que a partir de ahí tenía que empezar a caminar sin los tacones que me había impuesto.

Y a la semana siguiente, fue el día que esperé más que nada. Porque significaba que vería a alguien que me ha apoyado mucho sin saberlo. Pero también empezó la caída, la que te lleva al fondo de un pozo y aún así ha estado él. El que parecía conocer de siempre y apenas había llegado.

Llegó como una cuerda, como algo que me evitara esa caída, con risas, con miles de tonterías y sin decirle "necesito esto". Y claro te dicen de volver a verlo y tú sientes miedo, pero como es la cuerda te da igual (¿qué puede pasar de malo con una cuerda?). Y ahí entra mi lado más infantil, se hace ilusiones y a dos semanas de la fecha, la semana que peor llevas, te dicen que tu ilusión se rompió, que no puede ser. ¿Cómo te levantas en ese momento? ¿Cómo consigues sobreponerte y seguir como si nada? Pues de ninguna manera. Solo queda esperar acontecimientos.

10 de junio de 2014

Tic tac, tic tac...

Y así pasa el día, a cuenta gotas, con las manecillas del reloj señalando la hora y cada vez más nerviosa. ¿Por qué? Realmente no lo sé. Imagino que será hablar con él, o porque otro año más ha pasado y me veo el día de antes estudiando para unos exámenes que significan lo que nadie puede sospechar.
Otro año más, un año más vieja (y como algunos me dirían, más pelleja). Otro año lejos de gente a la que quiero, imposible verlos y me desánimo, todo mi mundo cae. Se desvanece y me siento sola. Sé que no es así, pero es algo inevitable.
Me pregunto qué hago realmente aquí. El otro día me lo preguntaron, me insistieron en que siguiera escribiendo, que se me da bien. O eso dicen y yo no sé cómo continuar ni mis historias que tengo por la mitad.
Hoy es un día malo, nefasto, pre-cumpleaños y sin saber realmente mi destino, qué quiero o en qué me puedo sujetar para no caer de nuevo. Aquí sigo, en esta habitación en un piso de estudiantes, en mi rincón, en el sitio más colorido, pero en el que cada vez extraño más no estar con otras personas.

Tic tac... Escucho el reloj de fondo y sólo espero que por esta noche se congele y mañana tarde en llegar.
(1/5 de exámenes hechos, ¿cuántas pensáis que aprobaré a este paso?)

14 de mayo de 2014

Lo que trae la lluvia.

Nos volvemos a encontrar. Tú, hoja en blanco. Yo, llena de palabras, de ideas aún por ordenar. Parece que nos llevamos bien, pero sabemos bien que no es así.
Acudo a ti como escape, eso ya lo sabes bien, sólo hay que mirar que hago con el resto de hojas en blanco, escribo en ellas como escribo en ti y luego, si te he visto no me acuerdo, ahí se quedan. ¿Me odiarán? ¿Me odiarás tú?

Hoy llueve, como lleva meses sin llover, ya no son días de ir de manga corta, de ese calor que para algunos ya era insoportable, y eso que aún no llegó lo peor. Está el día gris y me desperté sonriendo, pero de verdad, una sonrisa sincera, de las que ya no me salían. Pero se me fue borrando, se esfumó aún sin saber ni cómo ni porqué. Me gustaría que volviera, no sé si algún día lo hará, espero que así sea. Mientras tanto, llenar espacios vacíos está siendo fácil, aunque aún duelen los recuerdos de un día de octubre, o los de una tarde de febrero. Esos siguen grabados y ver los autobuses es como recaer en manos de ellos. Y duele, pero lo logro soportar. ¿Cuánto tiempo seguiré así? Es algo que me preguntó muy a menudo. Quizá todo cambie alguna tarde o alguna mañana o algún día de estos, o del mes que viene. ¡Quién sabe!

He vuelto corriendo, con la lluvia mojándome y me ha dado por pensar que quizá todo lo que me ha ido pasando a lo largo de la última semana era por alguna razón. He parado y he decidido que me daba lo mismo mojarme, he comenzado a caminar y mientras he vuelto a disfrutar de lo que llevaba extrañando desde que vine aquí. El olor a la tierra mojada, a las gotas que son escondite de lágrimas y una forma de esconderme de mi mundo.

28 de abril de 2014

TAG: Yo leo porque leer mola.

Hola señoritos y señoritas (en su mayoría), os dejo algo que vi en el espacio de Gatos de Biblioteca, y que me gustó mucho la idea. Es una forma de mostrar lo que más me gusta, los libros. Además de que así me conocéis un poco mejor quien no me conozca ya.

Nada más, espero volver prontito con algo de lo mío. Os dejo con el Tag.

¿Cómo te describirías?


¿Qué significa para ti leer?



Un lugar



¿Dónde te gustaría estar ahora?


Un miedo



Tu vida es:



Un deseo:


Jamás olvidarás:



Algo que cambiarías de ti:



Una frase:


17 de abril de 2014

Concurso en Maquiyonquis.com

Llevo mucho tiempo sin escribir, la universidad es lo que tiene.
No doy ni para hacer todos los informes de prácticas, pero para las chicas que me seguís, o para las novias o chicas especiales. Os traigo un sorteo, no soy muy de maquillarme, ni si quiera de soretos, pero me pareció interesante.

Es por un segundo aniversario, y por tal dos premios, y a mi la página me gusta mucho.
Así que, os aconsejo participar, es un buen regalo el que os podéis llevar ;)




El premio 1 contiene:
· Paleta Naked 3 de Urban Decay
· Pack duo de labiales Lil' Lip de Laqa&co
· Esmalte + Glitter de Nail Rock azul

El premio 2 contiene:
· Paleta Au Naturel de Sleek
· Tinted lip butter de Everyday Minerals en "Blooming Mauve"
· Esmalte + Glitter de Nail Rock azul

22 de marzo de 2014

Cosas de un pasado, un principio.


Dónde pasamos tantas tardes, recordando momentos de pequeños, donde te di mi primer beso, el primero de los dos ...

Cuando llegamos alli, despues de trece años, solos sin padres, cogidos de la mano, como haciamos antes, todo seguía igual, menos aquel arbol en el cual nos cobijamos, ese era mas grande, sí, lo miramos a la vez, hacia calor, daba muchisimo el sol, decidimos sentarnos y pasar allí esa calida tarde de verano, tu móvil empezó a sonar, era tu amigo, aquel que te volvió a unir conmigo, se lo cogiste y le dijiste que estabas ocupado, que ya le llamaría, aunque no sería así. Apagaste el telefono, no querías que nadie molestara esa tarde.
Me cogiste y me abrazaste, estaba cansada y me invitaste a que me acostara apoyada en tu hombro, nunca imaginé un momento así, pero fue pefecto. Me quedé dormida, me llamaste a los 30 minutos, mi movil estaba vibrando, yo no lo apagué esperaba una llamada importanté, pero lo puse en vibrador. Era esa llamada de la que te habia hablado, lo cogiste y me llamaste, pues sabías que era demasiado importante para mí, tanto como ese momento contigo.
Lo cogí, me avisaron, llegó el momento de decirte la verdad. Susurrandote al oido te dije que miraras al cielo. Leiste el texto que entre blanco y azules habia escrito "Te quiero" ponía, tú me miraste, me besaste y al oído me dijiste que nunca me dejarías, sonreí y te besé, habias cambiado, ya no eras ese niño que me quería por ser guapa y bastante coqueta, me quería por todo, con defectos incluidos, aunque siempre me dijeses que no tenía ninguno.
Me volviste a besar, esta vez diferente a todas las demás, un beso más intenso, como muestra y firma de esa promesa que siempre has cumplido.
Pasaron las horas y llegó el momento más esperado, volvimos a mi casa, allí estaban esas dos bolsas juntas, una azul turquesa que demostraba que era mi regalo, sabías que me encantaba coleccionar bolsas y más contu perfume de recuerdos; otra roja, con tu regalo esperando, no te imaginabas que sería, pues siempre te sorprendía. Las cogimos y salimos corriendo por las escaleras, como hacíamos de pequeños. Llegamos a la puerta, la abriste y me enseñaste un casco, tú te acababas de sacar el carnet, me invitaste a llevarme, accedí y me llevaste a esa fuente testigo de tantos regalos y besos. Intercambiamos regalos, te sorprendiste como tantas veces te he hecho hacer, me diste un beso en la mejilla, sabía que te gustaría. Abrí el mio, ¿un llavero? No entendí, me dijiste que lo abriese, me sorprendiste, estaba grabado, con el dia de ese primer beso. Te miré, sonreí y sin querer se me escapó una lagrima. Miré en la bolsa de nuevo, había una tarjeta, tenías todo cronometrado, la abrí y te besé.
Llegó el minuto de irnos, teniamos la comida. Me diste "mi casco" que tenía mi nombre grabado en ese azul que tanto me gusta. Llegamos a tu casa, allí estaban tus padres con los míos, hablando como tanas veces habían hecho, nunca se imaginaron en ese marco temporal, nos sentamos y empezamos a comer. Llegó el postre y antes de qe nuestras madres se levantaran decidiste dar un paso, te levantaste y empezaste a declararte delante de ellos, de tu bolsillo sacaste un anillo, ese que definitamente decía que me amabas. Lo colocaste en mi mano, y en voz tímida pero sellante dijiste "este es el sello de toda mi vida contigo". Sonreí, me levanté y te besé, no era una alianza ni una pedida, pero era todo lo que hacía falta para sellar esa confianza y esa compañía de 12 años juntos.
Terminó la comida, mi padre se acercó a ti, te dijo la verdad, lo que nostros ya sabiamos, nadie se imaginaba que estariamos juntos siempre. Fue terminando mis vacaciones, tenía que volver al colegio, a aquel que tú sabias que no me gustaba ir.
Me acompañaste el primer día, al segundo tubiste que voler a tu pueblo, alejado otra vez de mi, por esos 400 km.
Me preguntaron los años que llevavamos juntos, no respondí, empezaron a decir que habiamos cortado, entonces decidí enseñar ese "sello" que me diste en la comida, y dije que estaríamos siempre juntos, tú llegaste en ese momento y besandome en los labios de nuevo, decidiste despedirte de mí durante otros seis meses.

20 de marzo de 2014

22 primaveras.

Apenas queda una hora. Pero yo me adelanto, porque soy yo.
Prometí que te daría una sorpresa, aún no pude ponerme con tu regalo. Pero me pondré pronto, te lo quiero dar en mayo, como todos los años con retraso. Pero espero que te guste, porque no creo que haya otra persona que se lo merezca más que tú.

Pequeña, te he dicho esto muchísimas veces, pero si lo repito es porque es algo que jamás podré llegar a agradecertelo suficiente. Gracias por aparecer en mi vida, por ser tú en las buenas, en las no tan buenas y sobre todo en las malas. Por estar ahí con un simple "te necesito".
Gracias por no irte nunca, por perdonarme los días malos. Por enseñarme a andar, por demostrarme tantísimas veces que lo más valioso es poder decir que te tengo a mi lado, a pesar de la distancia.

Por mostrarme y hacerme ver que la vida son instantes, porque casi todos los más importantes en los últimos años son contigo y no los cambiaría por nada.

Gracias porque hay gente que lleva disfrutando 22 primaveras de ti, pero yo te he disfrutado 5 de ellas y algún invierno más y he de decir que han sido estupendas.
Por tus consejos, por tus tonterías en las calles de Madrid. Por las llamadas, por tus momentos en modo madre. Por tu inmensa alegría, la que guardas y la que transmites. Por compartir conmigo tus peores momentos y contar conmigo para que te apoyara. Por todo eso gracias.

Pero sobre todo, nunca olvides una cosa. Te quiero, da igual dónde esté, en Alicante, en Ciudad Real, en Madrid o en Japón. Da igual. Eso no cambiará nunca.

Felices 22 primaveras mi Nana, disfrútalas y sé feliz hoy y siempre.



10 de marzo de 2014

Sábados de noche.

"Aquí estoy una noche más, un sábado sin mucha novedad. Y pensando en la misma persona. Y no sé porque me vuelve a entrar el mismo bajón de las 3 últimas semanas, quizá porque ya no hablamos, o porque ya no sé cómo seguir con esto. "

Viajes que ayudan a aclarar la mente de una forma algo peculiar. Ideas que se cruzan por la cabeza. 
¿Y si le doy una sorpresa? Es algo que no había barajado, quizá por todo el lío que tenía antes, pero una vez acabas el viaje, que vuelves a tu punto de partida vuelves a mirar la posibilidad y te llegan las dudas, porque no sabes qué encontrarás y tienes miedo, a pesar de todo. 

Hay algo que mueve tus pensamientos de lugar y las dudas te matan por dentro, pero sientes que no eres nada, ni nadie, para preguntar. Sientes que estás fuera de lugar y de nuevo, te entran ganas de llorar. Aunque te vuelves a la cama decidida, sientes que no todo está tan claro.

2 de marzo de 2014

No me queda un abril para ti...


¡Ay Andrés! Cuánta razón, porque no deberíamos de perder tanto tiempo. No si la persona ni si quiera es capazde escucharte.
No quedan abriles, porque quiero vivir. Saber valorar a cada una de esas personas que no me fallan. Y voy a escuchar lo que me dices... "Ten cuidado", "No quiero volver a verte otra vez mal". ¡Y qué narices! Son esas personas las que mejor me conocen.
 Se necesitan más días así. De cenar a las 10 y recenar a las 4. De reír y de abrir los ojos. De decir todo sin muchos rodeos. De maquillajes raros y de confundir pandas con pingüinos.
Y es hora de disfrutar por que son cosas así las que te demuestran con quien puedes contar porque ellos cuentan contigo.
Y como un gran cantautor (para mi opinión) dice: No llames y vuelvas, no vuelvas y llames.

Sólo déjame decir una última cosa, aunque dudo que leas esto. No te dejes llevar por según qué consejos. No todos son buenos, o por lo menos no correctos.









Os dejo algo, un buen tema de ese gran personaje llamado Andrés Suárez: Números Cardinales - Andrés Suárez

18 de febrero de 2014

15.

Y en realidad nadie sabría decir cuán borracha puedo llegar a estar. No escucha a Andrés, pero me hace sentir como que soy un punto importante y en cambio, aquí estoy.
 No sé ni qué escribo ya, pero es algo que necesito porque ya no me sirve ahogar pensamientos en alcohol.
Quiero gritar, gritar fuerte, que el mundo escuche, me da igual, sólo quiero que él me lea. Y me da rabia esta sensación en gran parte. Por que sé que le importo y yo pido algo más. Pero de verdad, ¿tanto pido? Que no se canse de mi. Nada más.
Y quizá estas líneas sean una forma de decir que me va gustando cada vez un poco más. Lo malo, no sé cómo parar- si es que en realidad lo quiero parar-.
Hola futuro incierto, no seas muy malo conmigo, por favor.


Y él no viene...

23 de enero de 2014

Crítica a estereotipos.

Normalmente no suelo escribir cosas así, pero el blog es mío y creo que hay gente que le gustará ver que hago algo nuevo.

Si no estudiáis una carrera aún o si habéis estado haciendo una recientemente, incluso si estáis metidos de llenos en una me daréis la razón de que existen millones de estereotipos, con esto quiero hacer alusión a la "facilidad" de educación infantil, al "poco estudiar" de otras tantas, y así unos cuantos más.

Bueno, algunos sabréis que este año he conseguido entrar a Psicología, una carrera que tenía ganas (muchas para ser sinceros), y hoy me he encontrado (después de escuchar chistes malos) una crítica que me parece infantil, absurda y sobre todo de ignorantes.
En la crítica en cuestión se nombra las carreras de CAFD (Ciencias de la Actividad Física y el Deporte) y de Psicología como carreras "troll" y en las cuáles no hay dificultad ninguna. Para acabar el sujeto en cuestión crítica la supuesta simplicidad y facilidad de Educación Infantil. Bueno, es algo que me saca de mis casillas, la verdad por que sé de primera mano cómo son cada una de ellas.

He de decir que nunca hagáis caso a esos estereotipos, cada carrera es un mundo, con su dificultad para cada persona, porque también depende de qué hayas estudiado previamente. Ni la carrera de medicina es tan para morirse (por lo menos conozco gente que está sacando buenas notas y no se queja), ni las ingenierías (de las cuales pertenece el sujeto) son tan complicadas de entender (cada una puede ser un mundo distinto), ni ninguna carrera es para sacársela sin dedicar un tiempo a estudiar.

Y me voy a explayar un poco más por defender ADE, carrera que no he hecho por que no me veía capaz de sacar, después de hacer un ciclo de Administración y Finanzas, me vi sobrepasada de asignaturas sobre leyes y actualizaciones. Hay gente que le es fácil entenderla, yo la entiendo, y gente que no consigue dar dos puntadas seguidas (y que sigue luchando porque es lo que quiere).
De la misma forma está Psicología, le han metido ahora más variables de ciencias que de letras, y se ha vuelto fastidiado para algunas personas porque aprender biología de la nada ... (no comento porque yo llevo una base buena, aunque sea de hace tiempo). Y así se suman cosas a cada una de las carreras.

Así que un consejo. ESTUDIAR LO QUE QUERÁIS.
Por que lo más importante es que te guste lo que haces.

Un saludo señores :)

22 de enero de 2014

Noches de enero.

Hola desconocido, vuelvo otra vez aquí, ya ves. Enero me ha traído como regalo escribirte.
Estoy pensando de forma lógica qué hacer esta noche, porque la verdad, he llegado a pensar en salir corriendo de aquí. Pero no son horas.
Creo que no es mi mes, ni mi año, ni mi nada, con lo bien que me ha ido mi principio de los 20... Pensaba que esto sería distinto, pero claro, todo lo que ha venido es mi culpa. Y ya sé que no es bueno criticar así, pero es la verdad, por no ser clara en dos ocasiones, por ser una estúpida y por no decidir callar lo que pasa en el pasado.
Quizá la única solución realmente sea desaparecer, pero no un tiempo, si no realmente, desaparecer definitivamente, quedarme con mis amigas, con mi vida de ahora, de este instante. Pero es algo imposible, no existe un borrador de vidas y eso duele.

Simplemente eso, duele, mucho.

Quizá es porque esa persona te importa. Aunque lo niegues. Siempre importa. Y será esa persona.

Un beso.

11 de enero de 2014

Carta a un desconocido.

Hola querido.

Te preguntarás porque te escribo estas líneas, bueno, creo que simplemente era para poder contarle a alguien la incertidumbre que siento ahora mismo por lo que ha pasado.
Seguramente no debería de haber pasado nunca, pero no sé porqué terminó pasando. Imagino que aunque pasen años sin saber de alguien esa persona siempre seguirá significando algo a no ser que decidieras acabar la historia en su momento, cosa que no paso en este caso.

Estoy algo confundida, mi sinceridad es mi marca de nacimiento, jamás he podido mentir a alguien que quiero. Y esto es importante, imagino que todo lo que pasa es porque en algún sitio está escrito. Aunque eso del niño llamado destino que juega con nosotros no me termina de convencer, pero ¿qué puedo creer con todo eso?

Pero bueno, que me voy por las ramas y no es ese el tema, el tema es pedirte consejo, ¿qué crees que puedo y debo hacer? Porque se me han cruzado miles de ideas por la cabeza y el tiempo corre y no quiero seguir cometiendo errores que luego llevan a estar mal.

Pensaba hablar de esto con alguien y tras un largo camino, decidí que lo mejor era escribirte y preguntarte a ti directamente. ¿Qué hago? Dame un consejo, dime una frase que pueda despejar un poco la niebla que se ha puesto sobre el camino.

Un beso.


Pdta.: Espero una respuesta pronto, porque la vida sigue y no quiero volver a tropezar.