22 de abril de 2013

Soñar.

Despertar, escuchando un rio de fondo. Un sueño en el que tú eras mi protagonista.
Hoy me he despertado, he visto el agua correr por mi cara y de repente he llegado a pensar en ese lugar donde me gustaría perderme. Entre las sábanas de una cama aún desconocida. Con unos besos aún extraños, pero de alguien que nadie pensaría que no es desconocido.
Hoy me he despertado, después de soñar un verano perdida entre tus besos, perdida en ríos que conducen a mares. Hoy me he despertado después de soñar contigo y en ese momento me he dado cuenta que eres tu mi paisaje favorito. Que perderme, me perdería siempre entre tus besos y caricias.
Hoy me he despertado, después de soñar que pasaba mi vida junto a ti en un rincón perdido entre árboles. Con un río que hacía de BSO de cada uno de nuestros besos.
#Love.

20 de abril de 2013

Caos.

Desánimo. Creo que así estoy yo, mejor dicho yo estoy sin nada. Sin ti, sin vida, sin cura, sin risa, sin... Sin todo lo que este tiempo dejé de extrañar porque te sentía a mi lado.

Sin cigarrillo a medias, sin medias rotas, sin café por la mañana, sin besos, sin locuras.

Me dejaste así, vacía, porque te llevaste todo. Me dejaste sola, esperando a que volvieras. Me quedé ahí, sin saber moverme. Sin tinta para escribir, sin lágrimas para derramar. Te llevaste todo y me dejaste sola sin más. Sin explicaciones ni despedidas.

La consecuencia asoma ahora, esta noche de sábado, prácticamente primaveral y yo, lloro, aquí encerrada, por que te llevaste todo, incluso la razón de mi vida. Esa vida ahora es un caos.

16 de abril de 2013

Sueño.

Noches que se pasan rápido, que apenas me dejan un pequeño sabor agridulce de verte en mis sueños y suena el despertador.
Me despierto con los rayos que entran por mi ventana y así empiezo la mañana, subiendo el estor de mi terraza, viendo pasar los coches de gente que viene y va.
Desayuno, colacao, el café es una excusa para el día que te vea. Vaqueros y camiseta. Lista.
Empiezo a extrañar tus buenos días. Siempre tan cariñosos.
Así empiezo otro día que se hace largo, eterno y cansado.
Así comienza un día que al llegar la noche me cuesta hablarte, pero apenas necesito nada para soñarte.
#Love.

14 de abril de 2013

Sorpresas de un sábado tarde.

Suena el telefono, número desconocido, pero sabe quien puede ser. Lo descuelga y habla. ¿Están aquí? Vale, no es normal, pero baja para encontrarse en el coche con ellos.
Quizá esté él tambien. Quién sabe, podía haber mentido un poquito, pero no, la ilusión se desvanece mientras se acerca a aquel pequeño Nissan.
La próxima vez espera que este dentro esos dos "amigos" y su primo acompañados de otra persona. De momento, es una bonita tarde de primavera para dar un paseo y tomar algo.

Otra vez será.

10 de abril de 2013

Tardes viajeras.

Días en los que no sabes muy bien qué va a pasar. Te levantas con una ilusión y puede perdurar hasta que se cumpla.
Quién sabe. A lo mejor debamos ser más impulsivos, si eso nos ayuda a estar tan cerquita.
Gracias por mimarme. Por hacerme tener los pies en el suelo aunque no deje de pensar en ti.
Gracias por quererme así. Porque yo tambien Te quiero Álvaro.

4 de abril de 2013

Por la mañana.

"¡Buenos días princesa! Recuerda que aún que no esté a tu lado para demostrarte cada día lo que siento por ti, recuerda que... ¡Te amo!"


Quiero despertarme todos los días con esas palabras. Que me ayudes a olvidar y a quererte más.
Quiero  que estés conmigo, a pesar de todo lo que pueda pasar. Quiero tu hombro, para estar tranquila.

Pero tengo miedos. Tengo miedo de perderte por mi egoísmo. Tengo miedo de fallar. Fallarte a ti y fallarme a mi misma. Tengo miedo de hacerte daño. Tengo miedos. Y casi todos están relacionados con tu nombre.

1 de abril de 2013

Malas noches. Muy buenos días.

Sueños que juegan con tu felicidad, noches que se pasan más mal que bien por cambios producidos.
Despertar tras una pesadilla, ver el móvil iluminado y darte cuenta que jamás podrás arrepentirte de las locuras que has hecho por Ella, por esa persona que es como tu familia, que no sabes cómo seguir en pie si se fuera. Son pequeños detalles que cuando faltan no los echas de menos, pero tenerlos te dan una mañana llena de sonrisas.
Porque no hay nada mejor que un "te quiero" sincero, que llegue cuando menos lo esperas y sobre todo, nunca un GRACIAS sobra.
Gracias por esos buenos días de hoy, por las tardes, por las horas, por los días que has venido. Gracias por tu apoyo, sobre todo en los peores momentos.
Gracias por celebrar conmigo las buenas noticias.
Gracias por entender cada uno de mis problemas.
De verdad, gracias por ser una amiga tan grande.
Te quiero Nana.