30 de julio de 2014

De vuelta a la realidad.

Tren camino a Socuéllamos.
Hacer un viaje express, ida y vuelta en 24 horas. Ver pisos, calor y risas, pizza, cocacola y carreras para coger el tren.
Normalmente después de que te mientan no vas y confías en el primero que se te cruza en el camino, pero como soy yo y no tengo suficiente, lo hago. Y luego vendrán todos los "te lo dije" o "ya te avisé". ¿Pero qué sería la vida sin esos momentos?
Han pasado muchas cosas y pasarán más aún, pero no sé, hoy me siento distinta, de otra manera. Siento que al despedirme de él me han quitado un trozo de algo muy importante pero aún así me he sentido feliz.
Ha sido algo como lo que dijo Andrés, al despedirme he sentido que quería esa mano siempre cerca para cogerme. He sentido que quería despertar todos los días junto a él. No sé, llamarme rara quizá.

Continuo el viaje sin llegar todavía a Albacete. Cada vez más lejos y sintiendo ese vacío en el estómago, ese mismo, que en verdad, llevo años sin sentir. Los nervios de conocer a alguien, de estar con esa persona y de algo, no se explicar muy bien. Pero algo bonito que te mantiene la sonrisa en la boca todo el día.
Él quizá no lo sienta igual, o sí, o bueno, solo queda esperar. Y si pasara algo, pues no debo preocuparme, al menos de momento, creo.
Cada minuto que pasa y kilómetro que recorre este tren, me aleja de él, me devuelve a la realidad, pero también me recuerda que volveré. Que tengo que volver. Me hace darme cuenta por primera vez en meses que volver merece la pena y que es algo pendiente.
Volveré y disfrutaré de su compañía lo máximo posible.

Por cada minuto, un kilómetro. Menos días para volver.

7 de julio de 2014

Julio.

Andrés me explicó que para él (igual que para mí) el amor es a primera vista, que si te dicen "dejame un tiempo para enamorarme" estás jodido. Que sé que es algo difícil de creer, pero es verdad, ¿cómo explicar si no el sentimiento hacia una persona que apenas conoces pero que quieres tener siempre contigo?
Yo no he llegado a darte vida y media, ni creo que haga falta, si no hay manera de que ahora te des cuenta de que te la daría... cómo lo voy a conseguir con el tiempo.
Creo que es hora de que me marche, de que me aleje un poco del ojo del huracán, que parece tranquilo, pero sé que luego viene otra vez la tormenta y el viento. Pensar en volver a los 11 años, hace 10 años de eso, creo que no hay marcha atrás.

Sólo espero que si algo tiene que pasar, pase.