Me mudé a Madrid, aunque sólo sea algo temporal por el momento. Y volvió a hacer de las suyas, volvió a hacerme pensar, a hacerme sentir y poner sentimientos a flor de piel.
Madrid, que yo te quiero, pero me sacas de mis casillas.
Pues ahora, aquí tumbada yo pienso más, tranquilamente, veo los sentimientos que tengo a flor de piel y empiezo a plantearme miedos, porque sí, yo tengo miedos.
La gente me ve como alguien valiente, luchadora, pero tengo miedos y uno de ellos es la posibilidad de estar enamorándome de nuevo. Porque si no, no me explico las ganas de verle y todo lo que un simple "te quiero" suyo me despierta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario