Recuerdos de un Turismólogo (II)

Día de Navidad, medio día.

"Aún no sabe qué ponerse, si hace mucho frío o no. El tiempo últimamente engaña. Pero se pone su vestido favorito, zapatos y un poco maquillaje, pero poco, no le gusta mucho.
Le está esperando, vaya mala pata... ¿Dónde está el bolso? Justo cuando necesitas algo va y desaparece. Suena de nuevo el teléfono, un nuevo mensaje. Ya, ya, estoy bajando... ¿Pero dónde está él?

Se encuentran en el banco, bueno, no andarán mucho, eso es bueno... ¿Una cerveza? No, no es su fuerte, un zumo.

Lo echaba de menos. Los ojos parecen más claros, eso sí el aroma no cambia... Deja de pensar en eso, no le vas a dar un abrazo sin más, aunque quizá sería bueno. Mejor no, no sea que pase algo luego.

La conversación se centra en una chica, en la chica que parece que le ha secuestrado toda razón. Luego dirán que hay que arriesgar, quizá, pero sabiendo que está todo perdido, no vale arriesgar. Así un rato más, luego hablan de estudios, de su último año de carrera, se quiere ir de Erasmus, si le dieran a dónde quiere está segura de que se intentaría escapar, aunque para eso queda mucho.

Cada uno paga su cuenta, salen del local. El abre la puerta, qué atento, le hace sonreír. ¡Y qué bien huele! Tiene que preguntarle la colonia que usa.
-Perdona, ¿qué colonia usas?
+No uso colonia...

Vale, que alguien venga ahora mismo a salvarla de cometer alguna locura... Por favor.

Se despiden, esperan que pronto se vuelvan a ver. La chica quiere ir a la capital a pasar unos días después de año nuevo. Quedará con él, está claro..."